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La encuadernación en España según Giménez Burgos




En el numero 183  (otoño de 2018) de la Newsletter de Designer Bookbinders, sociedad británica para el fomento de la encuadernación de arte, el encuadernador zaragozano Eduardo  Giménez Burgos, segundo premio en la Designers Bookbinders International Competition (2013),   resume en 1000 palabras la encuadernación española. Una buena síntesis para dar a conocer lo que se hace en nuestro país.  





LA ENCUADERNACIÓN EN ESPAÑA 

 
Hasta el siglo XX, la mayor contribución de España al arte de la encuadernación fue el estilo de encuadernación Mudéjar o Hispano-Árabe, que floreció durante los siglos XIII a XVI, y que unió la gran tradición islámica con ciertos elementos propios de las encuadernaciones occidentales del momento gracias a la coexistencia de artesanos judíos, cristianos y musulmanes. Los ejemplares que se conservan en las principales bibliotecas nacionales son verdaderas obras maestras de una belleza incomparable.

Cada época artística tiene sus propias cualidades, y lo mismo ocurre con la encuadernación. Hoy en día, las formas de entender este arte provienen del comienzo del siglo XX, que sufrió una autentica transformación siguiendo el mismo compás revolucionario de nuestra cultura contemporánea, y que ha ido evolucionando y enriqueciéndose durante el siglo XXI.

Hasta hace relativamente poco tiempo, la encuadernación en España no tenía una especial consideración; era un apartado más del mundo del libro. Sólo unos pocos maestros aislados supieron elevarse por encima de la artesanía común y crear obras artísticas para un mercado que nunca fue muy amplio como en otros países de Europa. Entre los pioneros hay que destacar a tres destacados encuadernadores: Emilio Brugalla (1901-1987) en Barcelona, José Galván (1905-1989) en Cádiz y Antolín Palomino (1909-1995) en Madrid. El primero fue también un importante teórico de la encuadernación y publicó numerosos ensayos de gran relevancia tanto en su país como fuera de él.

A partir de los años 80 comienza a cambiar este panorama. En esta época ya existen algunos encuadernadores abiertos a influencias externas, sobre todo francesa, como Manuel Bueno, Ramón Gómez, y de la generación más joven, Josep Cambras, Carlos Vera y José Luis García Rubio, entre otros, poseedores de una gran destreza técnica y artística.

En 1986, la Biblioteca Nacional celebra una importante exposición consagrada a la encuadernación artística española, que reúne a los más destacados encuadernadores del momento y supone el acercamiento de esta disciplina a un público más amplio. La creación de la Asociación para el Fomento de la Encuadernación de Arte (AFEDA), la proliferación de escuelas privadas y la programación de premios y exposiciones de encuadernación hace que se consolide este fenómeno.

AFEDA se fundó en 1992 en Madrid. Asoció por primera vez a los encuadernadores españoles y llegó a alcanzar más de 700 afiliados. Realizó una labor extraordinaria, organizando exposiciones, conferencias, talleres y concursos. Publicó la revista “Encuadernación de Arte” con la intención de fomentar e impulsar el arte de la encuadernación entre encuadernadores, bibliófilos, libreros de viejo, estudiantes, coleccionistas y, en definitiva, a todos los amantes del libro. Una de esas grandes exposiciones fue “Raros y preciosos” en 1997, que descubrió en España a los principales encuadernadores europeos, como Pierre-Lucien Martin, Monique Mathieu, George Leroux, Jean de Gonet, Sun Evrard, Liliane Gérard, Edgar Claes, François Brindeau, Philip Smith o Daniel Knoderer. Lamentablemente, AFEDA desapareció en 2012 y desde entonces ninguna otra iniciativa de asociacionismo ha conseguido prosperar en nuestro país.

En España sorprende la ausencia de un centro oficial que otorgue el título profesional de encuadernador. La formación en encuadernación se lleva a cabo en algunas escuelas municipales, como la Imprenta Artesanal del Ayuntamiento de Madrid, la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, etc., y, sobre todo, en las escuelas privadas, dirigidas por encuadernadores profesionales que, fuera de su horario de taller, imparten clases particulares de encuadernación. La más influyente y prestigiosa de éstas ha sido la de Ana Ruiz-Larrea, una encuadernadora española formada en la Escuela La Cambre en Bruselas. Abrió su escuela “Diseño y Encuadernación” en Madrid en 1991, aunando las tendencias más renovadoras de la encuadernación artística con el rigor técnico y las ideas estéticas contemporáneas. Hoy trabaja y enseña en París, pero ha dejado tras de sí una importante influencia entre sus alumnos. Algunos de ellos han continuado su legado y formado nuevas escuelas de alto nivel formativo, como la de la encuadernadora Dolores Baldó en Madrid.
Con objeto de promover el arte de la encuadernación, en 1993 se creó el Premio a las Mejores Encuadernaciones Artísticas, un concurso anual de ámbito nacional creado por el Ministerio de Cultura español que goza de un gran prestigio en el mundo de la encuadernación de nuestro país. Consiste en encuadernar un libro del escritor galardonado con el Premio Cervantes, el premio literario más importante en lengua española. Un jurado de expertos concede tres premios y selecciona éstos y otros trabajos para exposiciones. Las obras ganadoras quedan en propiedad de la Biblioteca Nacional, que de esa manera va incrementando sus fondos de encuadernaciones contemporáneas. La mayoría de los encuadernadores ganadores de este premio, como Ángel Gómez Pinto, Mª José Pita Gherardi, Antonio Pérez-Noriega, Marielle Zarraluqui, Carlos Sánchez-Álamo, Juan A. Fernández-Argenta, Obradoiro Penumbra, Andrés Pérez Sierra, Guadalupe Roldán, Luis A. Mínguez, Zigor Anguiano, Susana Domínguez o Eduardo Giménez, se dedican al ejercicio profesional en sus talleres a lo largo de todo el país. 

Hoy en día existe una exigua demanda de encuadernaciones artísticas de instituciones o coleccionistas privados y los encuadernadores profesionales dedicamos la mayor parte del tiempo a trabajos para blibliotecas, la restauración y conservación de libros o la enseñanza privada. Una de las pocas instituciones públicas que promueve este tipo de encargos es la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid, que posee una importante colección de encuadernaciones del siglo XVIII y XIX, y que periódicamente encarga a destacados encuadernadores españoles la encuadernación delPremio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

La Biblioteca Nacional en Madrid lleva a cabo una importante actividad de difusión y restauración de nuestro patrimonio. Esta inmensa institución expone con regularidad sus fondos, publica buena documentación y mantiene dos talleres de restauración y encuadernación con profesionales muy cualificados. Cabe destacar también la labor de la “Imprenta Municipal-Artes del Libro” de Madrid, un centro cuyo objetivo es la conservación y divulgación de las técnicas tradicionales de las artes del libro. Su impresionante edificio racionalista de los años 30 alberga un interesante museo que ofrece contenidos ligados a la historia del libro, la imprenta y la encuadernación. En 2014 fue sede en España de la exposición itiniterante de la “Second International Designer Bookbinding Competition” sobre la obra William Shakespeare. Desde 2017, esta institución convoca otro premio de encuadernación artística de las mismas características y dotación económica que el Premio del Ministerio de Cultura.

En los últimos tiempos, una tienda de material de encuadernación, “Honorio y Anita”, se ha convertido en un punto de encuentro para los aficionados a la encuadernación de arte en la capital de España. Además de su negocio habitual, ha iniciado una actividad paralela consistente en la exposición de encuadernaciones  tanto de talleres profesionales como de escuelas de todo el país.

Para terminar, habría que mencionar las contribuciones de algunos buenos historiadores y estudiosos de la encuadernación, en particular la extraordinaria labor del principal historiador de nuestra encuadernación, José Luis Checa Cremades, que junto a otros colegas analizan y documentan en diversas publicaciones el trabajo de los encuadernadores contemporáneos.

Eduardo Giménez Burgos



Comentarios

  1. Muchisimas gracias por la traducción, el articulo es muy interesante.

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  2. En Córdoba, la escuela de arte Dionisio Ortiz, imparte un módulo de encuadernación artesanal reglada.
    Sus alumnos salen con una titulacion oficial.

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  3. http://www.escueladeartedecordobadionisioortiz.com/crbst_7.html

    http://www.escueladeartedecordobadionisioortiz.com


    Efectivamente, está la escuela de arte Dionisio Ortiz de Córdoba, que se imparte la titulación reglada de grado superior de encuadernación artística, igualmente en la escuela de arte de Salamanca también se imparte. Los únicos centros oficiales, junto con la escuela de arte de Barcelona

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