Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2012

Encuadernaciones renacentistas II

La encuadernación de este Misale Toletanum del siglo XV proporciona el ejemplo más representativo en la ligatoria hispana de decoración mudéjar de lacería. Es también una de las encuadernaciones mudéjares mejor conservadas, pues nos ha llegado sin desperfectos ni rozaduras. El soporte son dos gruesas tablas de madera. El recubrimiento es el típico cuero granate o marrón-rojizo de las tipologías hispanoárabes, concretamente el cordobán, piel curtida de macho cabrío o de cabra. La técnica usada para trabajarlo ha sido el cincelado y el gofrado. En la decoración, la misma en ambas cubiertas, predominan las combinaciones de cuerdas que, entrelazándose con regularidad, crean trazados continuos ordenados con método. La composición está regida por el círculo central con estrella de ocho puntas y por los encuadramientos rectangulares delimitados por tres calles. Esta rueda estrellada funciona en su interior como forma geométrica perfecta y armazón que alber

Encuadernaciones renacentistas I

Esta funda castellana de terciopelo morado que protege una encuadernación mudéjar está estampada al fuego con dibujos góticos de tallos y fores dispuestos simétricamente. Destacan dos aplicaciones de plata dorada con sendas grandes iniciales (de 21 cm. cada una) : la Y coronada, inicial de Isabel de Castilla, y la F coronada, inicial de Fernando de Aragón, decoradas con roleos y coronadas, son, como superlibris, una personalización de los Reyes Católicos como coleccionistas de libros. Presenta cuatro cierres y ocho broches esmaltados con representaciones de yugos en la cubierta anterior y flechas en la posterior con fondo de vegetales bordeados de un cordoncillo mudéjar. Completan la decoración cintas de cierre de brocado de oro sobre seda granate con grecas que terminan en planchas de plata nielada con un grupo del Arcángel San Miguel luchando contra el diablo, y esmaltes moriscos azules, rojos, verdes, blancos insertos entre labores de plata, manezuelas o correas re

La encuadernación manierista: Tommas Maioli

La edad de oro de la encuadernación renacentista europea abrió paso en la segunda mitad del siglo XVI a una nueva forma de decorar los libros sofisticada e ingeniosa crítica para con la natural sencillez y monumentalidad clásica imperante hasta entonces. Es el estilo manierista, bien caracterizado por la crítica expresionista alemana (M. Dvorak, W. Friedländer), que destacó como rasgos formales propios las tendencias espiritualistas, anticlásicas, anormativas e irracionalistas. Hans Hoofmann añadió la “fuga del espacio, la tensión, el alargamiento de la estructura y la luz resbaladiza”. Harnold Hauser atribuyó al arte del manierismo el juego afectado de las formas, el virtuosismo, la demostración y alarde de habilidad y la búsqueda de la belleza en la paradoja y en la mueca atormentada. En el ars ligatoria el manierismo está presente en los trabajos del “encuadernador del Arco de Cupido” y en algunas de las encuadernaciones patrocinadas por el mecenas y bibliófilo Tomass

La marca tipográfica

La marca de impresor o marca tipográfica, otro elemento esencial en la portada, era un sello, escudo, signo distintivo o emblema, ordinariamente alegórico, que el impresor, editor o librero ordenaban imprimir en la portada o al final de los libros salidos de sus prensas . La primera marca conocida fue la que Fust y Schöffer utilizaron en el Psalterium de 1457, que representa dos escudos acolados suspendidos de una rama. A menudo son compo- siciones de gran valor artístico y sobre todo histórico, pues, a pesar de que algunas fueron utilizadas por varios impresores, constituyen un dato fidedigno para determinar la actividad del taller de donde proceden. Por la misma razón, los impresores que deseaban ocultar su relación con ciertos productos de su empresa omitían imprimir su marca habitual. Son muy valiosas para fechar los libros, pues las al- teraciones que sufrían (supresión o modificación de iniciales o lemas, reconstrucción de orlas o filetes etc.) daban fe de los diversos “estados”