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Mostrando entradas de mayo, 2012

Pedro Berrugete, pintor de encuadernaciones II

El Retrato del Cardenal Bessarion, también de Pedro Berruguete, representa fidedignamente una encuadernación heráldica con cerramientos. En el centro de la cubierta principal, quizá enmarcada por filetes, se reproduce el escudo de armas completo, hierro constitutivo de la encuadernaron heráldica, que quizá está coronado por un motto, lema o leyenda. Esta suele aparecer encima de los escudos de dignatarios de la Iglesia, se estampa una sola vez en el centro de la cubierta delantera y puede repetirse en la cubierta trasera y en el entre-nervio central del lomo. Es un escudo coloreado o policromado que en heráldica se llama "esmalte", escudo estampado en oro y no gofrado en seco con realces o incrustaciones de trozos de cuero embutidos sobre la cubierta a modo de mosaico. La utilización de este hierro heráldico no sólo facilita el conocimiento de un conjunto de alusiones metafóricas relativas al contenido del libro en las encuadernaciones parlantes, sino que también nos a

Pedro Berrugete, pintor de encuadernaciones I

La pintura española del primer Renacimiento es una fuente inagotable y bastante desdeñada por los historiadores para el conocimiento de la encuadernación española. El pintor Pedro Berruguete (?-l503) observa en sus numerosas representaciones de libros el realismo flamenco y marca una leve transición hacia la estética del Renacimiento pleno por la vía del geometrismo. Los volúmenes de Berruguete consolidan la sensación de masa, destacan los valores táctiles y volumétricos, potenciados por la técnica del óleo, que, como ninguna otra técnica, traduce las cualidades del objeto y la plasticidad del espacio. Esta espacialidad y el acercamiento a la materialidad del libro provienen también de un uso equilibrado de las variantes lumínicas. La ornamentación de las cubiertas del libro se reproduce con gran fidelidad, sobre todo el oro, las telas ricas y los brocados de oro bruñido, punteado o esgrafiado, como posible reflejo de los gustos de los comitentes italianos para los q

El Greco, pintor de encuadernaciones

La pintura es una fuente de conocimiento de la encuadernación. El realismo renacentista no transforma la imagen del libro, no la sacraliza.  Esto no sucede siquiera en las últimas décadas del siglo XVI, cuando el manierismo realiza una  interpretación novedosa de la realidad objetual del libro  a pesar de que entonces la alteración de lo visible deja ya de someterse al armónico canon del humanismo racionalista clásico y prefiere inspirarse en un tipo de pulsiones más profundas, anuncio  de las turbulencias del Barroco.      En estos años el gran pintor de libros en España es El Greco. Los libros cerrados que en España pintó  Domenico Theotokopoulos (Retrato de Fray Hortensio Félix de Paravicino, San Pablo)  no deben interpretarse como "un dibujo descoyuntado" (Ponz), como una anomalía visual (Beritens),   tampoco  fueron  la expresión pura de misticismo propia de un iluminado (Cossío); probablemente su relativa irrealidad derive del hecho de que su dibujo poco esbozado  

Encuadernaciones renacentistas III

El soporte de esta encuadernación son dos tapas de madera de media densidad, una pervivencia de la tradición ligatoria monástico-medieval. El recubrimiento, piel de cabra marrón oscura –cordobán- trabajada con las técnicas del guadamecí, confirma la solidez estructural del bloque librario. Un cerramiento de latón (el superior, el inferior se ha perdido), el buen acabado del cosido y la robustez de las dos cabezadas, compuestas por un hilo rojo y otro verde, aseguran la firmeza del cuerpo del libro. La decoración gofrada cubre toda la cubierta, también el lomo, que está segmentado por cuatro nervios. En el centro un círculo con doble orla inscrito en dos lados de un rectángulo está decorado con finos hierros, que son tronquillos, arquitos, puntos, segmentos rectos o curvos, intrincadas labores de cestería, anudados y bastoncillos encadenados. Los espacios definidos por los encuadramientos, dos líneas paralelas gofradas en seco que delimitan una calle exent