El taller de encuadernación de José Cambras Riu (Barcelona, 1954), en el nº 96 de la calle Muntaner de Barcelona, es uno de los más prestigiosos de la Ciudad Condal. Cambras es un encuadernador vocacional dedicado a su trabajo desde hace varias décadas. Como en otros casos, la iniciación en el oficio se explica por el amor a los libros: lo heredó de sus padres, que tenían una pequeña librería, donde él pudo acondicionar un ámbito para el trabajo, pero el despertar de su afición tuvo también que ver con la visita a un taller de encuadernación del Barrio del Raval.
Con solo catorce años Cambras entró en l’Escola del Treball, donde tuvo como profesor a Francisco López Rebull, estudió dorado con Manuel Bueno Casadesús, uno de los grandes en España en este campo (sin olvidar a los grandes doradores catalanes Pedro Doménech, Miquel Cornadó, Pierre Schultz, Pierre Guerin y Miquel Bonet), y mosaico con el gran maestro español del siglo XX en esta especialidad, Ramón Gómez Herrera (+2017), un encuadernador que no escatimó esfuerzos para comunicar sus habilidades con generosidad y amplitud de miras.
Cambras practica el mosaico de estética contemporánea y también el mosaico clásico, al estilo de Padeloup, Duseuil, Le Monnier o Gabriel de Sancha y que en la España del siglo XX cultivaron Emilio Brugalla y Antolín Palomino. En la exposición “Encuadernación y Bibliofilia en la Asociación de Bibliófilos de Barcelona” (Imprenta Municipal de Madrid, 2016) pudo verse un mosaico de Cambras sobre Sagrada cripta de Pombo, de Ramón Gómez de la Serna. El diseño de esta encuadernación (obra de Txema Pinto) interpreta elementos del cuadro de José Gutiérrez Solana La tertulia del café Pombo fijándose en el amor por las cosas que destila la obra del autor de las Greguerías (dos figuras abajo), amor por los objetos, entre ellos por los códices impresos y por sus encuadernaciones cuyos colores y emblemas sorprendieron al fundador de la revista Prometeo en una de sus visitas a las librerías de las galerías parisinas del Odeón.
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Encuadernación de José Cambras sobre Sagrada cripta del Pombo, de R. Gómez de la Serna |
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R. Gómez de la Serna: amor por los objetos y por los libros. Detalle de Tertulia del Café Pombo, de Gutiérrez Solana. |
Con los años Cambras ha acrecido su sabiduría con rebuscas de autodidacta dejándose llevar por su pasión por los libros bellos: miembro de la A.B.B., contumaz reunidor de obras de Ramón Gómez de la Serna, que él ha cubierto con multicolores mosaicos de papel (ver figura abajo) (Ramón prefería las portadas vanguardistas de La Sirena a las severas de la NRF), encuadernación de un Pla ilustrado por Miquel y Plana (ver foto abajo), de las poesías de Lorca y Altolaguirre y finalmente... fabricante en su propio taller de una biblioteca figurada, en realidad una puerta (ver figura aquí abajo), como la de los castillos de Compiégne y Chantilly o como la simulada de Eugenio Scribe y Fernando IV de Nápoles que tanto gustó a Almela Vives. No debe extrañarnos este gusto por el trompe l'oeil, por los efectos ilusorios de movimiento, profundidad, concavidad y perspectiva aérea en un encuadernardor que, seguramente, ha trabajado protegido por las sombras tutelares de Jakob Krause, los Andreoli y Samuel Mearne.
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La puerta-biblioteca o falsa biblioteca del taller de Cambras |
Cambras es profesor de encuadernación. Desde 1985 trabaja como docente titular en la Escuela de Arte “La Industrial” (antigua Escuela de Artes y Oficios de Barcelona), donde, contrario a los secretismos de antaño, viene transmitiendo a sus alumnos todo lo que sabe y de esta prolongada docencia han salido en Barcelona encuadernadores como Santiago Raventós, Georgina Aspa, quien entre 1998 y 2003 trabajó en el taller de Cambras después de hacerlo con Miquel Monedero (+2016), Francisco Lacasta Núñez-Polo (1949), desde 2007 profesor en la Escuela Universitaria Elisava y en la Universidad Pompeu Fabra, y Àngels Arroyo Benet, que en el día hoy trabaja en el taller "Tinta invisible", en el barrio del Raval, con otros artistas gráficos encuadernando libros de artista y practicando sobre soporte diversos la encuadernación contemporánea. En 2001 Cambras fue galardonado por la Generalitat de Barcelona con el Diploma de Maestro Encuadernador. Estamos ante uno de los pocos encuadernadores españoles que compagina la enseñanza oficial del oficio con el trabajo privado en su propio taller, donde recibe encargos de libreros y bibliófilos.
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Traducción alemana de Encuadernación, de José Cambras |
Cambras es autor de dos libros. El primero, Encuadernación, editado en 2003 por Ediciones Parramón y traducido a ocho idiomas (arriba vemos la traducción alemana), es una obra sobre la práctica del oficio donde su autor compendia más de veinte años de docencia y cuarenta de actividad profesional, concebida como respuesta a las preguntas y problemas de bibliófilos y alumnos. Cambras es autor también de Encuadernación. Técnicas decorativas (Barcelona, Parramón Ediciones, 2006), una guía de iniciación a las técnicas decorativas de encuadernación y a los procedimientos para pintar papel, confeccionar estuches, cajas de protección y carpetas. En estos libros su autor obvia el léxico secreto, casi borrado del mapa, típico de otros manuales, como el de Mario Monje o Sabrel, donde, para desesperación de los no iniciados, no es raro toparse con vocablos tan esotéricos como “chilla”, “embuchar”, “chaquinar”, “chiflar”, “ombligo”, “posteta”. Cambras explica las técnicas clásicas y cómo adaptarlas a las nuevas tendencias y materiales desarrollando los criterios de los maestros Emilio Brugalla (autor de un Compendi sobre l’art de d’enquardenaciò no hace mucho traducido al español por la editorial de Julio Ollero), Santiago Brugalla, Manuel Bueno, Ramón Gómez, Miquel Monedero y Jordi de la Rica, encuadernador este último formado en el taller de la Librería Verdaguer que hace treinta años regentaba Felipe Doménech Vilanova en Las Ramblas. Acompañan a las explicaciones claras, sencillas y metódicas de estas dos publicaciones oportunas fotografías, se identifican los estilos históricos de encuadernación, los materiales, las herramientas, las técnicas del marmoreado (aquí con la colaboración de la artista marmoreadora Montse Buxó i Marsá), los pasos para encuadernar libros y los procedimientos de restauración y decoración exterior.
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Mosaicos de papeles para las obras de Ramón Gómez de la Serna |
José Cambras termina en su taller encuadernaciones clásicas y modernas. Las primeras gozan de una arraigada tradición en Cataluña desde los últimos años del siglo XIX con Joaquín de Figuerola, Rafael Ventura y Hermenegildo Miralles bajo los auspicios del gran bibliófilo Ramón Miquel y Planas que culmina, entre 1940 y 1970, con las numerosas encuadernaciones retrospectivas que terminó Emilio Brugalla Turmo (1901-1987), gran maestro de los encuadernadores barceloneses del siglo XX. Cambras, que ha hecho suyo este ilustre legado, también el de los decorados historicistas de César Paumard y Antolín Palomino en Madrid y el del taller Galván en Cádiz, ha cultivado, como todos ellos, el estilo múdejar, el gótico-monástico (ver figura abajo), el plateresco, los estilos italianos del renacimiento (entre ellos el aldino (ver figura abajo), el Grolier y el Maioli) y los franceses del XVII, como el estilo Le Gascon. Todas estas encuadernaciones retrospectivas son bastante fieles a los modelos que las inspiran pero no caen en la reproducción arqueológica, pues, a diferencia de Beraldi, Cambras no cree que la encuadernación avance dando pasos hacia atrás.
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Encuadernación neoaldina de José Cambras |
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Encuadernación gótico-mudéjar de José Cambras |
Las encuadernaciones de creación de Cambras (lo que Paul Bonet y sus acólitos llamaron desde 1945 reliures originales) representan diseños figurativos o alusivos al texto sirviéndose de la técnica del mosaico de pieles superpuestas o yuxtapuestas sin uso de oro que interpretan o aluden a las ilustraciones del libro o a algún motivo del texto. Como en el caso de los encuadernadores barceloneses Andrés Márquez y Jorge de la Rica (ambos hoy retirados), en estos trabajos Cambras demuestra haber asimilado las enseñanzas de Ramón Gómez, como él un artesano que en todo momento “pensó con sus manos” (Juhani Pallasmaa) apegado a la física del libro y que, en la tesitura de inventar un decorado, observaba algún detalle del texto antes de trasladarlo al diseño previo. El resultado de estas iniciativas es lo que suele llamarse una encuadernación parlante, lo más parecido que pueda imaginarse a una mímesis, pues los decorados albergan instrucciones plásticas inequívocas para su desciframiento, produciendo en quien los ve una competencia interpretativa automática: en un Platero y yo encuadernado por Emilio Brugalla, un asno “de ojos duros como los espejos de azabache, duros cual dos escarabajos de cristal negro”, muy parecido, pues, al que vemos en una de las ilustraciones de la princeps obra de Fernando Marco. Por su parte, Cambras, y su actual colaboradora, Henar García (Esplugas de Llobregat, 1988), quien ha diseñado algunos de los decorados del taller de la calle Muntaner, evita la alusión pleonástica al texto, más bien lo piensa e interpreta plásticamente asumiendo las sagaces recomendaciones de Pierre Legrain: “la encuadernación es un frontispicio que resume el alma del libro y nos prepara para su lectura con la elección de un matiz o de un signo”. “Una encuadernación no debe evocar la flor, sino la esencia de su perfume”.
Como querían William Blake, Thoureau, John Ruskin y William Morris, José Cambras encarna la figura de un artesano mantenedor de las tradiciones del oficio libres de las leyes del capital productivo siendo como es un perseguidor de la encuadernación bien hecha que, sólo por el hecho serlo, ennoblece un oficio secular hoy bastante castigado, pues, no nos engañemos, tras los fastos de un pasado no tan lejano, el arte de la encuadernación hoy languidece... y no sólo en el Principado. José Cambras, con sus esfuerzos, contribuye a mantenerlo vivo.
Algunas encuadernaciones artísticas de José Cambras
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Mosaico de José Cambras. Diseño de Henar García |
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Mosaico de José Cambras que adapta uno de los dibujos del grabador Miquel Plana i Corcó para Cadaqués de Josep Pla. |
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Mosaico de José Cambras. Diseño de Henar García |
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Mosaico de José Cambras. Manuel Altolaguirre. Las islas invitadas. |
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Mosaico de José Cambras. Federico García Lorca. Poeta en Nueva York. |
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