Encuadernación de Jacqueline Liekens |
Pero en este libro también comparece Micheline de
Bellefroid: no considerar el ornato, aunque sea superfetatorio, una
debilidad, abrirse a las
refinadas fantasías ornamentales de la Société de la Reliure Originale (Rose Adler, Paul Bonet, Creuzevault) y
sobre todo al geometrismo de
Pierre-Lucien Martin. Viene también de Micheline la idea de que
el adorno siempre ha de
sostenerse sobre el pedestal de lo
jansenista de la base. Liekens resume las enseñanzas sobre el dorado de August Kulche, pero su
explicación se centra en la ejecución de encuadernaciones de
inspiración jansenista: sobre galuchat,
leopardo de mar o piel de serpiente, composiciones muy estructuradas donde la
línea recta separa nítidamente áreas geométricas o donde los compartimentos decorados
han sido delimitados por curvas
o marcas sinuosas que producen una impresión de flujo sin jamás devenir
círculos.
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