Amedée Boinet fue un extraordinario historiador de la
encuadernación que nos ha dejado artículos inolvidables aparecidos en la
revista Gutenberg
Jarbuch de los años 1950. Estudió antes que nadie las encuadernaciones
de la Revolución Francesa, que coleccionó durante toda su vida. Después
de él, hacia 1990, el jurista Albert Brimo las estudió con
mayor pormenor detallando las connotaciones políticas de su decoración (ver
entrada en este blog) . Con todo, la mejor aportación de Boinet al
estudio de las encuadernaciones históricas fue su monumental catálogo de
la biblioteca de la bibliófila norteamericana Grace Whitney Hoff.
Nacida en Detroit en 1862,Whitney Hoff se estableció en
Francia desde 1900 y en París reunió una importante
colección de manuscritos, incunables, ediciones raras y
encuadernaciones antiguas. En 1933 A. Boinet redactó el catálogo de esta
colección, donde describió algunas de las encuadernaciones más destacadas de
esta colección. Las entradas atestiguan el buen gusto y criterio de la
coleccionista:planchas del siglo XV, encuadernaciones flamencas de
Amberes, inglesas con las armas de Enrique VIII, del renacimiento
patrocinadas por Grolier y Maioli, lyonesas, mosaicadas, “a la fanfare”
de Eve, de los miembros de la Orden del Espíritu Santo, de
Jakob Krause, estilo punteado de los talleres de Antoine Ruette y Florimond
Badier, encajes de Derome, almanaques, encuadernaciones de la Revolución
francesa, estilo imperio-Bozerien… El catálogo se tituló Bibliothèque de Madame G.
Whitney Hoff. Catalogue des manuscrits, incunables, editions rares et reliures
anciennes et modernes, Léon Gruel, relieurs d´art, París,
1933. Salió en una edición limitada de 350 copias numeradas, una de
cuyas portadas reproducimos aquí. Whitney Hoff encargó la edición de este catálogo con la
intención de « impulsar la causa de la ciencia y proporcionar a los
historiadores del libro un amplio almacén de documentos ». Boinet fue el
autor de los textos, mientras que la partie artistique (diseños e
ilustraciones) corrió a cargo del taller de encuadernación de Léon Gruel.
El material se divide en 670 entradas numeradas consecutivamente, entre ellas
653 corresponden encuadernaciones comprendidas entre los años 1483 y 1930, pero
hay además 11 encuadernaciones de manuscritos islámicos de los siglos
XVII y XVIII. Las ilustraciones son fotografias, otras veces cromolitografías
coloreadas a mano. Es una obra que no debe faltar en la biblioteca de todo
buen aficionado a la encuadernación no solo por la exactitud de
las descripciones sino por la calidad de sus fotos.
La Librería Bardón de Madrid es un punto de referencia obligado para los aficionados a los libros antiguos de Madrid. La fundó en 1947 Luis Bardón López (1897- 1964) en la plaza de San Martín, próxima al Monasterio de las Descalzas Reales, y desde sus inicios se llamó « Librería para bibliófilos ». Puede leerse este nombre en la fachada del establecimiento, si bien hoy el nombre comercial es simplemente « Librería Bardón ». Se ha querido con ello dejar clara la naturaleza familiar del negocio. Como en otras actividades, entre los libreros la familia desempeña un papel crucial en la transmisión de saberes y habilidades. Éstas perviven en el tiempo porque pasan de padres a hijos. En muchas sagas libreras los valores de la satisfacción interior y el compromiso del « trabajo por el trabajo » han predominado sobre el protagonismo de sus miembros dando lugar a exce...
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