La encuadernación de este libro es obra de Ramón Gómez Herrera (Madrid, 1938), maestro español en el mosaico de pieles. Cubre una primera edición de "A la pintura" con dibujo y dedicatoria de Rafael Alberti. Describimos este trabajo: camisa amarilla, tapa suelta con piel decorada con la imagen de dos cabezas: la de la izquierda es una silueta picassiana con reminiscencias del Guernica; la de la derecha, una silueta inspirada en la nítida y exacta delineación de contornos de Piero della Francesca. El subconsciente freudiano surrealista frente al clasicismo quattrocentista. Tras estas cabezas hay un fondo de decoración tipográfica ordenada en cinco líneas horizontales que recorren toda la cubierta de derecha a izquierda: mayúsculas azules sobre mosaicos de color verde con los nombres de los pintores cuyos cuadros celebra la poesía de Alberti: Gutiérrez Solana, Boticcelli, Leonardo, Picasso, Berruguete, El Greco, El Tintoretto, El Bosco y Miguel Ángel. Como discreto homenaje a la pintura, en la contratapa, sobre un fondo de becerro blanco, un mosaico reproduce el lienzo de Van Gogh "Mi habitación de Arlés". Gómez ha suprimido los colores expresivos y premonitorios de muerte del original y ha preferido concentrarse en la delineación pura de las siluetas de los objetos domésticos.
La encuadernación de este libro es obra de Ramón Gómez Herrera (Madrid, 1938), maestro español en el mosaico de pieles. Cubre una primera edición de "A la pintura" con dibujo y dedicatoria de Rafael Alberti. Describimos este trabajo: camisa amarilla, tapa suelta con piel decorada con la imagen de dos cabezas: la de la izquierda es una silueta picassiana con reminiscencias del Guernica; la de la derecha, una silueta inspirada en la nítida y exacta delineación de contornos de Piero della Francesca. El subconsciente freudiano surrealista frente al clasicismo quattrocentista. Tras estas cabezas hay un fondo de decoración tipográfica ordenada en cinco líneas horizontales que recorren toda la cubierta de derecha a izquierda: mayúsculas azules sobre mosaicos de color verde con los nombres de los pintores cuyos cuadros celebra la poesía de Alberti: Gutiérrez Solana, Boticcelli, Leonardo, Picasso, Berruguete, El Greco, El Tintoretto, El Bosco y Miguel Ángel. Como discreto homenaje a la pintura, en la contratapa, sobre un fondo de becerro blanco, un mosaico reproduce el lienzo de Van Gogh "Mi habitación de Arlés". Gómez ha suprimido los colores expresivos y premonitorios de muerte del original y ha preferido concentrarse en la delineación pura de las siluetas de los objetos domésticos.
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