La ciencia de las plantas y los libros impresos
Bibliografía fundamental sobre botánica es una guía bibliográfica para el estudio de la historia de las plantas en la etapa que va desde los primeros incunables hasta la muerte de Linneo. Describir los impresos de historia natural permite también conocer sus contenidos intelectuales. Amalgamados éstos en la convivencia de elementos míticos con otros empíricos, su identificación libro a libro en este catálogo razonado de más de 250 obras impresas permite al lector acercarse al nacimiento de la ciencia botánica y de la biología científica. Se identifican, describen y estudian impresos de botánica, agricultura, agronomía, jardinería, materia médica vegetal, horticultura, coleccionismo de plantas, zoología, libros de viajes naturalistas así como un conjunto de misceláneas acerca de la curiosidades de la naturaleza. La experimentación, ayudada por los progresos "naturalistas" de la xilografía y la calcografía, convive en los libros naturalistas con la leyenda, la filología, las imágenes simbólicas y el legado medieval creando una síntesis explicativa de la que nace la moderna ciencia naturalista personificada en la irrepetible figura de Linneo.
Encuadernaciones con decoraciones botánicas
La botánica de estos libros llega a muchas encuadernaciones del siglo XVII. Se hace difícil hablar del decorado de una encuadernación sin plantear
sus hipotéticas relaciones con el texto del libro encuadernado. Ningún encuadernador (hoy tampoco ningún diseñador gráfico) duda de la necesidad
de esta relación, pero pocos han sabido
definirla con claridad. Al final del siglo XIX Marius-Michel, por ejemplo,
pensaba que uno o varios elementos del
decorado habrían de corresponderse o evocar
(nunca describir) una idea dominante o una materia literaria del texto. Pierre Legrain, adalid
de la modernidad del primer siglo XX, creyó, en cambio, que la cubierta del libro no debía ser más que "un frontispicio
que resumiera su alma y nos preparara para su lectura mediante la elección de un matiz o un signo". En lugar de la encuadernación parlante (así se llama a aquella cuyos motivos retoman redundantemente el contenido del libro), la evocación sutil. En vez de la representación de la flor, la alusión
“a la esencia de su perfume” (Legrain).
No es el caso de esta encuadernación textil de 1651 que reproducimos aquí. Las flores de lis y los pensamientos han sido bordados con casi el mismo respeto al modelo real con la que los los impresos de Kaspar Bauhuin y Prospero Alpini, dos conspicuos representantes de la botánica descriptiva y taxonómica del siglo XVII, describían las especies botánicas.
No siempre ha sido así. En otras encuadernaciones del barroco europeo la representación de la naturaleza ha sido idealizada con la inclusión de instrumentos de música, como pífanos, flautas de Pan, gaitas, o con herramientas agrícolas o rústicas. El bucólico locus amoenus de Homero, Safo, Platón, Teócrito, Virgilio y Horacio. Pero para las cubiertas de libros de agricultura, la figuración fidedigna de instrumentos agrícolas según las Geórgicas virgilianas, Lucrecio, Varrón, Catón y Columella y otros geopónicos latinos.
No es el caso de esta encuadernación textil de 1651 que reproducimos aquí. Las flores de lis y los pensamientos han sido bordados con casi el mismo respeto al modelo real con la que los los impresos de Kaspar Bauhuin y Prospero Alpini, dos conspicuos representantes de la botánica descriptiva y taxonómica del siglo XVII, describían las especies botánicas.
No siempre ha sido así. En otras encuadernaciones del barroco europeo la representación de la naturaleza ha sido idealizada con la inclusión de instrumentos de música, como pífanos, flautas de Pan, gaitas, o con herramientas agrícolas o rústicas. El bucólico locus amoenus de Homero, Safo, Platón, Teócrito, Virgilio y Horacio. Pero para las cubiertas de libros de agricultura, la figuración fidedigna de instrumentos agrícolas según las Geórgicas virgilianas, Lucrecio, Varrón, Catón y Columella y otros geopónicos latinos.
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